La película Halloween fue un éxito en 2018 y su secuela de 2020 se postergó por la pandemia hasta el 31 de octubre de este año. Netflix, preparando el camino para la segunda parte, acaba de estrenar esa producción, protagonizada por Jamie Lee Curtis.
Pero el recorrido de la saga de Halloween es largo. Son más de 40 años de varias películas y acá te explicamos ese universo, con peras y manzanas. ¡Prepárate!
(Hay Spoilers)
En 1978 Halloween se estrenó como una película de bajo presupuesto y muy simple: La historia de una niñera –interpretada por Jamie Lee Curtis– asediada por un asesino enmascarado, llamado Michael Myers. ¡Fue un boom!
Con el inesperado éxito, los productores estrenaron una continuación directa de la 1, que ocurre la misma noche del 31 de octubre del 78 y con el mismo elenco. Mucha más sangre y el cierre perfecto para todos los personajes.
Igual vino Halloween III, pero sin el asesino original, contando otra historia sobre unas mascaras asesinas… ¡Un desastre total! Lo que obligó a hacer Halloween IV: El regreso de Michael Myers… era mejor irse a la segura y resucitar al asesino malvado. Sandía calá.
La cuarta parte es continuación de la II, pero ambientada años después y te cuentan que el personaje de Jamie Lee Curtis (la heroína de la I y II) está muerta, bien muerta se supone.
La quinta y sexta se hacen llamar La Venganza de Michael Myers y La Maldición de Michael Myers, respectivamente. Los críticos las destrozaron, pero los productores se forraron igual. Son raras, porque le metieron temas satánicos, sectas diabólicas y dramas sobrenaturales.
Ante tal volada de los productores y guionistas de las últimas 3 cintas y acercándose a 1998, deciden celebrar los 20 años de la saga ¡olvidándose de la saga! Sí, los productores a cargo deciden que es hora de “limpiar” toda la desfiguración del relato y crean Halloween H20, cinta que es continuación directa de la II y nos invita a creer que la tercera, cuarta, quinta y sexta parte jamás ocurrieron.
El personaje de Jamie Lee Curtis, que en las películas anteriores estaba muerta -supuestamente-, obvio, era la protagonista y -claro- estaba viva: una ex niñera, atormentada por los hechos ocurridos en las dos primeras películas, estaba casada, era madre de un hijo, se había cambiado de pueblo y de identidad… pero Michael Myers igual la encontraba para matarla a 20 años de haber fallado en su primer intento.
Obviamente, hicieron una secuela: Halloween Resurrection, con una participación breve de Jamie Lee Curtis porque -en otra mala idea- la matan al comienzo de la película. Un fracaso absoluto.
Igual, tiempo después, el director Rob Zombie decidió contar la historia desde el comienzo con dos remakes: en 2007 con -otra vez- Halloween I y en 2009 con Halloween II. Como las cosas se enredaron para la tercera parte y hubo algunos líos con los derechos del personaje, las cosas se pusieron densas y se decidió dar un giro a todo lo antes hecho.
La nueva Halloween
Ahora llegó a Netflix Halloween 2018, película que es continuación directa de Halloween I, de 1978, y hace como que nunca existieron ni la II, ni la III, tampoco la trilogía de la IV a la VI y olvida por completo los remakes de Rob Zombie. Mientras que la nueva II -o tercera parte, que enredo- va a aterrizar en cines, o streaming, en octubre de este año.
Resumiendo, podrías ver Halloween así: partes por la III, como para calentar motores, luego ves la I, la II, la IV, la V y con la VI te despides para dejar unos días descansar a tu cerebro y no ves la nueva hasta un par de meses y se te haya olvidado todo lo que viste antes.
La otra opción es que veas la I, luego la II, después Halloween H20 y te recomiendo ver solo los primeros 10 minutos de Halloween Resurrección (ya lo entenderás y me lo agradecerás). Y, de nuevo, no veas la nueva. Aunque no pasa nada si ves la I, la II y la nueva.
Aunque, la mejor recomendación se supone que es que veas Halloween I (1978) y luego veas la que está recién estrenada. O si eres tan psicópata como yo, las veas todas igual, para notar algunos guiños a las películas, escenas calcadas, tallas… pero corres el riesgo de que tu cerebro rechace ciertas cosas porque se te mezclan demasiadas realidades alternas.