La idea está de película y se que te provoca curiosidad de como lo harán, pero la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) hicieron las tareas muy bien y ya tienen completa la planificación que permitirá el regreso de la humanidad a la Luna en el 2024, más de 50 años después del último viaje.
Para lograr aterrizar, será algo distinto a como lo fue en el caso del Apollo de los años 60 y 70 que llevó a 12 hombres hasta la Luna, pues esta vez también estarán incluidas mujeres en las próximas misiones Artemisa.
Obviamente para hacer distinto el viaje, los astronautas no solo se sacarán selfies sino que estudiarán el terreno para facilitar el establecimiento de una base lunar permanente para el año 2030.
Esta primera base en la superficie de la Luna tiene algunos inconvenientes que se deben resolver, como es el tipo de material que se utilizará para construir las distintas infraestructuras. Obviamente la NASA va varios pasos por delante a estas interrogantes, y ya están trabajando en una solución junto a la empresa estadounidense ICON, quieren imprimir en 3D el material para la base utilizando el mismo polvo lunar presente en el satélite: Esto lo confirmó Jason Ballard, cofundador y director ejecutivo de la compañía, a CNN.
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El polvo lunar es conocido entre los mateos como regolito lunar, tiene minerales y pequeños fragmentos de vidrio creados a través de millones de años de impactos de meteoritos contra el satélite. Y lo mejor es que la superficie lunar está llena de esta materia prima.
Esta iniciativa ya tiene nombre, fue bautizada como Proyecto Olympus, el nombre del volcán más grande conocido en el Sistema Solar.