Parejas estables tienen menos probabilidades de morir de forma prematura

Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos, realizó un estudio el cual afirma que las parejas más estables y felices tienen más esperanza de vida. 

Esta investigación intenta demostrar que las personas casadas prolongan la vida de forma natural, esto es porque una pareja representa una fuente de apoyo en los momentos más difíciles, mantiene alejada la soledad y genera muchas satisfacciones, incluso las discusiones simples y cotidianas de convivencia sirven.

Algunos enamorados de la vida piensan que hay que encontrar a “la persona indicada” para ser felices, pero esto va mucho más allá de esa fantasía, el verdadero secreto radica en aprender a ser feliz en pareja, aprender a disfrutar de la compañía del otro. Con esos pilares se puede formar otro concepto; “La relación indicada”. 

Obvio que todo tiene que tener una cuota bien grande de esfuerzo mutuo para que funcione, por lo que sitios especializado en psicología, mencionan que no existe una fórmula mágica para ser feliz en pareja, pero sí hay algunas claves que pueden mejorar tu relación. Aseguran que las “parejas felices” siguen un patrón común que les permite relacionarse de manera más satisfactoria y a su vez, ir alimentando la llama de la pasión para que no se apague.

Algunos de estos hábitos son los siguientes:

–  Cultivar los intereses comunes: Es un hecho que las personas cambian y sus intereses también, por lo que se corre el riesgo de convertirse en dos extraños que conviven bajo el mismo techo. Sin embargo, se recomienda cultivar intereses comunes y dedicarle tiempo a ese interés.

–  Mantener los detalles vivos: Es importante la intención de mantener vivos los detalles que suelen existir al inicio de la relación, como caminar tomados de la mano, abrazarse al regresar del trabajo, mantenerse en contacto a lo largo del día o demostrar palabras de cariño más a menudo, un simple “Te quiero” puede ayudar en el día a día.

– Centrarse en los aspectos positivos: Los aspectos positivos de cada uno se mantienen focalizados en las razones por las que están juntos, no resaltan las diferencias o los defectos. Esta actitud permite valorar y apoyar al otro.